sábado, 4 de noviembre de 2006

Sin poder despegar

Esto de la FS se pone demasiado complicado a veces. Esta semana no he ido a trabajar. No porque no quisiera o no pudiera, sino porque me avisaron que tenía muchos días de vacaciones a mi haber y tenía que tomarlas. Pedí toda esta semana e incluso hice planes.

Mis planes consistían en hacer una serie de trámites que sólo puedes hacer en día hábil. Quería averiguar sobre ciertas cosas, pero al final no logré hacer nada de lo que me propuse.

Estuve todos los días encerrado en el departamento, abusando de Internet y de la TV, abusando de los cigarrillos, abusando del sueño. Solamente salí el viernes, pues era el último día en que podía ir a pagar mi renta.

Ese día fue más o menos normal. Para llegar a la oficina de la corredora tuve que tomar el tren subterráneo. Mientras me dirigí hacia la estación, luego en el tren y más tarde en la oficina de la corredora, sabía que todo el mundo me observaba, pero hice ruido en mi mente para tratar de que no me afectara. Cuando me desocupé, sabía que necesitaba comprar algo para almorzar (no tenía nada en casa) y además me faltaba una que otra cosa. Tuve que entrar al supermercado. Lo hice temblando. Mientras observaba las góndolas llenas de productos, titubeaba cada vez que iba a coger algo. Más de una vez me devolví por un mismo pasillo, pasando de largo por aquellos productos que yo sabía que necesitaba, pero que no me atrevía a coger por miedo a que alguien observara qué estaba comprando, de qué marca, en qué cantidad y con qué precio.

Al llegar a caja, no habían chicos que pusieran las cosas en bolsas, de modo que tuve que hacerlo yo mismo, con una lentitud que seguramente me hizo sonrojar. Salí de prisa con mis cosas, satisfecho por haber comprado lo que necesitaba, pero temblando de nervios y angustia a la vez.

Aparte del viernes, no he salido más. Hoy tenía dos invitaciones, una de mi familia y la otra de un colega que no sabe que sufro de FS. Son las 9 PM y aquí estoy, sin la más mínima intención de salir. La puerta está con llave y mi mente también.

Otra línea para la información de vuelo de la imagen: Party Time: Cancelled.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo ando más o menos en la otra vereda tuya, tengo una especie de narcisismo que me hace buscar las cámaras, los escenarios, etc. O sea, nada de fobia social. Pero, por otro lado, me pasa que en mi vida diaria me gusta pasar piola y, de alguna manera, ser invisible. He descubierto mi método para "sentirme" invisible: el walkman. Cuando me centro en mi universo personal sonoro, se me hace mucho mas facil moverme por el mundo. Un saludo, cuñado. Suerte en todo

New-B dijo...

Mi "arma" para ser invisible es más dañiña que la tuya. Cada vez que siento la necesidad de pasar piola, o más bien de sentirme un poco más seguro, enciendo un cigarrillo. Como las veces en que necesito sentirme a resguardo son demasiadas durante el día, voy casi en la caja diaria. Creo que tendré que probar la música mejor. Saludos. R.

Anónimo dijo...

hola,
he llegado a tu blog de casualidad, buscando información acerca de la fobia social en internet, ya q estoy estudiando psicología y me interesa conocer experiencias contadas por personas q la sufren en 1ª persona.
Solamente, quería agradecerte q escribas las cosas q te ocurren de esta manera tan clara y sincera. De sta manera, muchas personas conocerán lo q significa sufrir dicho trastorno.
A t, desearte q venzas esta patología cuanto antes, poorque sé q se puede.
Ánimo, sé q puedes ;)

New-B dijo...

gracias por el ánimo. en eso estoy, tratando de salir adelante!