lunes, 23 de octubre de 2006

El teléfono y los trámites

Para un fóbico social, hacer llamadas telefónicas o trámites puede ser toda una tortura. En mi caso, este síntoma está muy marcado y lo sufro diariamente, pues debido a mi trabajo tengo que comunicarme telefónicamente con personas todos los días. No tengo escape, aunque varias veces he cambiado el teléfono por un mensaje de correo electrónico y otras tantas he esperado incluso varias horas antes de levantar el auricular y hacer la llamada. Por lo general, cuando llamo prefiero hacerlo cuando estoy solo o cuando hay muy pocos colegas cerca de mí en la oficina. Sin embargo, hay muchas otras llamadas (aquellas no relacionadas con trabajo) que esperan días y meses sin que pueda realizarlas. Algunos ejemplos:
- Quiero enterarme más sobre la cirugía Lasik (uso anteojos y me gustaría operarme la vista), pero he sido incapaz de llamar a los centros especializados
- Llevo algún tiempo viviendo solo y todavía hay cuentas que llegan a mi domicilio anterior (el de mis padres), pero no he podido llamar para actualizar mis datos de contacto
- Quiero averiguar sobre mis posibilidades de crédito hipotecario, pero no me atrevo a llamar a los bancos
- Hace algunos meses, un maestro vino a hacer unos arreglos en la logia del departamento, pero el trabajo quedó inconcluso por razones de fuerza mayor. Estas razones ya no existen, de modo que debería venir a terminar su trabajo. ¿Adivinaron? No he podido llamarlo

La lista suma y sigue. Para mí, llamar por teléfono o salir a hacer trámites es como pedirle a alguien con miedo a las alturas que se lance en paracaídas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,no sé aún si tengo fobia social o sindrome de Asperger,pero tambien me pasa lo mismo que a ti.Me cuesta demasiado hablar por teléfono,ya sea cuando me llaman personas que conosco,o como cuando llaman desconocidos,ni hablar de hacer trámites.O cuando tengo que llamar , siempre me gusta estar solo,sin que nadie me mire.
Lo que me ayuda a veces es imaginarme la cara de la persona que estoy hablando,asi me pongo menos nervioso.Pucha,soy malo dando consejos ,pero eso yo creo que te podría ayudar un poco.
Eso...
Otra cosa,te queria dar las gracias por este blog,lo descubrí hace poco,pero me ha ayudado harto,me siento mucho menos solo ahora.

Un Saludo!

Anónimo dijo...

Pues yo siento esa misma angustia que tu sientes. Cuando me dispongo hacer algo y se que hay miradas apuntandome, aunque sea un movimiento sutil, me pongo nervioso.
Creo que tú en tu trabajo hablas normalmente, precisamente porque se trata de tu trabajo, pues eso se te esta permitido y financiado.
Pero veo cierto alivio en contar lo que te pasa.
Una de las cosas que más nos impide cambiar es hacer el intento de cambiar y quedar como inveciles, asi entonces dejar de ser los tímidos perfectos y misteriosos.

Creo que el problema va más allá de nosotros y de nosotros (solamente) parte la solución.