viernes, 15 de junio de 2007

Un paso adelante, dos atrás?

A veces siento que estoy en una suerte de círculo vicioso. Estoy con la sensación de que avanzo en reversa, que las cosas no salen con la rapidez que espero, o que no salen en absoluto.

Quizás el peor enemigo de un fóbico social sea ese juez implacable que habita en su mente. Es un juez que todo lo critica, al que nada se le escurre. Está todo mal, y si está bien, podría estar mejor, por lo tanto, no es digno de ser destacado.

Me resulta difícil salir de todo esto a mis treinta y tantos. Quizás el hecho de estar solo y de sentirse ídem empeore las cosas. Quizás es otra de las ideas de este juez implacable.

La verdad no tengo nada en mente al momento de escribir estas líneas. Sólo estoy echando afuera todo lo que tengo dentro. No ando bien y obviamente se nota. Al menos yo lo noto. Y en días como hoy siento que doy un paso adelante y dos hacia atrás, viendo cómo mi reloj se ha detenido, presenciando todos los días como el mismo de ayer, atrapado en el tiempo, viviendo una rutina espantosa que sólo te hace desear el día final.

Es extraño ver al resto del mundo, avanzando hacia algo, concretando metas y objetivos, mientras uno sigue donde siempre, con las ideas de siempre, los sueños inalcanzables de siempre. Veo a mi alrededor y advierto cómo la gente se casa, forma familia, trae hijos al mundo. Cambian de niños a jóvenes, de jóvenes a adultos, de hijos a padres. Y yo sigo siendo el mismo, sin nada que ofrecer, sin nada que aportar.

Lamento empezar esta 'nueva etapa' con un mensaje tan depresivo. Quizás sea el efecto de un mail que recibí que no me dejó nada de bien. Un mensaje que me habla de que la gente sigue su camino, persigue objetivos y los alcanza, algo para lo cual yo parezco no estar preparado. Quizás nunca lo esté. Al menos nunca lo estuve.

Definitivamente la fobia social y la depresión no son una buena mezcla.

domingo, 10 de junio de 2007

De vuelta

La primera descripción de este blog decía algo así como "si hice este blog es porque espero algún día dejar de escribir en él".

El propósito era dejar de escribir porque ya habría superado la fobia. Si creyeron que estaba todo atrás, lamento desilusionarles. La fobia sigue ahí, pero he hecho avances. Si no he escrito ha sido de flojo, y porque he estado ocupado saliendo (jaja, ¿ya ven como estoy empezando a reir de mí mismo?).

Pues bien, le tengo mucho cariño a este espacio y quiero retomarlo. Me pondré al día y les contaré qué me ha estado sucediendo. Por ahora, eso de dejar de escribir si mejoro queda cancelado. Creo que este espacio podrá ser útil aún si mejoro. De modo que si no me leen en unos cuantos meses ya saben que no es porque esté saliendo todos los días, si no porque he sido flojo en escribir.

Cambié el diseño de la plantilla. Ahora en vez de un candado ven un gato. Me siento identificado con los gatos. No como Whiskas ni necesito arena para orinar, pero si se han fijado, los gatos no permiten que alguien a quien no 'conocen' se les acerquen. En cambio, arrancan, como si tuvieran miedo. A mí me sucede precisamente eso, arranco de quienes no conozco. Arranco de todo lo que parezca amenazante, aunque en este tiempo he aprendido que lo que amenaza a un fóbico social no es la situación, sino el miedo. Arrancamos de la posibilidad de sentir pánico. Es el pánico lo que nos frena y no las situaciones. Es un miedo a sentir miedo. Un miedo a los síntomas de la crisis de pánico. Quizás por eso este es el peor de los miedos, porque es temor al mismo miedo.

Lo importante es que estoy en el camino de resolver mis miedos. Es un camino muy lento. Pero creo que es mejor lento y seguro. Avanzar velozmente en esta 'carretera' podría terminar en algún 'accidente' con indeseadas consecuencias. Estoy recién saliendo de mi pequeño mundo a un mundo inmenso y desconocido. Estoy tratando de dejar de ser ese gato que ven asomado a su puerta. Intentando dejar de imaginar ese vasto mundo y empezar a vivirlo. ¿Me acompañan?